martes, 6 de abril de 2010

Cuidados del tattoo



Para que un tatuaje logre llegar a ser lo que se esperaba de él hay que cuidarlo para evitar que se estropee. Al terminar de tatuarse, usted recibirá una serie de indicaciones por parte del artista que será conveniente que cumpla al pie de la letra si no quiere arruinar el trabajo recién hecho. A continuación, una lista de los cuidados mínimos de un tatuaje recién terminado.
Proteger el tatuaje por un mínimo de 24 horas con una venda y papel film. En caso de utilizar una venda, procurar que no sea de un material que se deshaga y quede pegoteado en la herida.




Al retirar la protección, lavar el tatuaje. No se debe tocar el tatuaje, ni colocarse sobre él ropa ajustada y bajo ningún motivo arrancarse las costras o rascarse. Como el tatuaje produce mucha picazón, aliviarla con hielo o soplando la zona pero nunca frotarla, rascarla y preferiblemente no mojarla por un tiempo. Si usted se arranca las irresistibles costritas que se le forman al tatuaje, con ellas saldrá la tinta y quedará un huequito en el diseño.





Lavar el tatuaje tres o cuatro veces por día con jabón neutro de glicerina o con jabón bactericida. Los jabones perfumados y el alcohol deben evitarse porque secan demasiado el tatuaje y la piel se resiente.

Aplicar la crema antibiótica que indique el artista dos o tres veces por día. La función de esta crema es, justamente, ser antibiótica y evitar infecciones: no puede ser reemplazada por cremas humectantes o vaselina. De cualquier manera, la crema antibiótica también humecta la piel y produce un gran alivio. Se debe ser cuidadoso en su aplicación para evitar arrancar costritas.





En caso se presentarse irritación o hinchazón, ésta puede ser controlada con la aplicación de hielo. Preferiblemente, utilizar el hielo directamente para evitar que el paño en el que se podría pensar en envolverlo lastime al tatuaje por su rugosidad o no esté lo suficientemente limpio como para ser colocado sobre una herida.

Por unos meses después de terminado el tatuaje (y, por supuesto, esto vale para cuando aún está en proceso) hay que evitar las piscinas, los baños calientes, los jacuzzis, las hidromasajes, el mar y el sol. Hasta que no esté completamente curado, el tatuaje no puede exponerse a ninguna de estas cosas. Sin embargo, esto no quiere decir que una vez curado el tatuaje, estas cosas no le hagan daño. En la medida de lo posible hay que evitarlas para mantener el tatuaje en buenas condiciones. Claro está que casi nadie cumple con estas restricciones mucho tiempo. Lo que es conveniente para los infractores a estos cuidados es, por ejemplo, colocarse un protector solar con un factor muy alto como para proteger el tatuaje cuando se está al aire libre.

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